jueves, 14 de marzo de 2013

Habemus Mama?


Nunca fue religiosa, pero desde pequeña intento ser buena persona y vivir de acuerdo a mis principios de equidad y respeto, respetando también los principios y creencias de los demás.

Nunca he entendido a los religiosos, de hecho, desde niña y a golpes, ellos me obligaron no sólo a no “creer” sino a dudar seriamente sobre lo que representan, su mensaje y el beneficio que aportan a la sociedad, predicando algo que después no cumplen.

Estoy segura que existen buenos religiosos, espero que el nuevo Papa lo sea y actúe según se le presupone al representante de Dios en la tierra. Espero que se atreva a limpiar “la casa de Dios”, apartando a los violadores, corruptos y todos aquellos que salpican de escándalos a la iglesia.

Yo ya no soy la niña a la que pegaba con la regla el religioso de turno que hablaba de bondad mientras a golpes intentaba imponernos sus creencias. Pero aún hoy día sigo sin encontrar razones para:
Admirar a quien transmite los beneficios de la austeridad, y después vive en la opulencia.
Creer en quien habla de ayudar al pobre y después se dedica a acumular riquezas.
Dar crédito a quien debería defender al débil y después se destapan las múltiples violaciones que han llevado a cabo.

¿Cómo creer en una institución dónde sólo se tiene en cuenta la opinión de los hombres, y que siguen usando a las mujeres como criadas, vestidas de monjas para la ocasión?

No sé si el nuevo Papa conocerá a Teresa Forcades o Sor Lucía Caram

Pero tal vez debería orar menos y escuchar más a personas con un conocimiento de la sociedad mucho más real y actual que el de los cardenales que le rodean habitualmente, dedicados a rezar, tener audiencias y relacionarse con políticos y “bienestantes” que pretenden ganarse el cielo a golpe de misa y talonario, mientras en la tierra se dedican a aprovecharse del prójimo para beneficio propio.

Es una utopía, pero ojalá algún día podamos decir Habemus Mama, o por lo menos las mujeres puedan acceder también a “asesoras” de la iglesia, así se tendrá en cuenta la opinión y necesidades de la mitad de la población, que hasta ahora analizan, si lo hacen, desde un punto de vista masculino -machista en este caso- y no femenino.

domingo, 10 de marzo de 2013

El tiempo pasa, la mujer se adapta


Haber nacido mujer en ésta época y hacerlo en un país europeo es un privilegio que cada día valoro más. Las mujeres somos el 52% de la población, traemos al mundo al 100% y educamos al 100%, por lo tanto creo que somos las responsables del cambio social que en estos momentos de crisis, económica y moral, necesita el planeta.

Un simple análisis numérico debería servirnos para creerlo y luchar por conseguirlo. Sólo así lograremos un mundo lleno de personas que trabajen por un objetivo común en igualdad de condiciones, y no dividido entre hombres y mujeres que sigan manteniendo los antiguos roles obsoletos.

Desgraciadamente, la política de recortes ha acentuado la diferencia salarial y social entre hombres y mujeres. EFE De tal manera que las mujeres necesitan trabajar 82 días más al año para cobrar lo mismo. La mujer, que había avanzado bastante y empezaba a lograr un posicionamiento, se ven frenadas en este avance gracias a las actuales políticas sociales.

El trabajo doméstico y de cuidados familiares, sigue recayendo en mayor medida en las mujeres, de tal manera que aún hoy día para el 33% de los hombres españoles, la mujer es la que debería encargarse siempre de la mayoría de las tareas del hogar. Contrariamente a lo que se pueda pensar, los jóvenes de 18 a 25 años, superaron a los mayores de 45 años en esta opinión.

Esto quiere decir que la educación que están recibiendo las nuevas generaciones sigue sin hacerse en igualdad. Teniendo en cuenta que éstos hombres han sido educados en su mayoría por mujeres, tal vez deberíamos preguntarnos qué es lo que estamos haciendo mal e intentar evitarlo.