Carmen Robles

Siempre me he sentido afortunada por tener la oportunidad, gracias a mi trabajo, de conocer a personas maravillosas y comprometidas en la construcción de un mundo mejor. En este caso he compartido comida e inquietudes con una gran mujer Bibiane Tuina Pare , en la comida-homenaje organizada por Agima (mujeres comprometidas con nuestro desarrollo), otra de las organizaciones a las que pertenezco. Bibiane es la responsable socio-económico de gafreh. Una organización de mujeres de un pueblo de Burkina Faso que han hecho del reciclaje de las bolsas de plástico una forma de ganarse la vida y contribuir, de paso, al mantenimiento del medio ambiente.

Un buen día, ésta y otras mujeres emprendedoras, decidieron que con las bolsas de plástico que se encontraban por todas partes, incluidos los estómagos de los animales muertos por su ingesta, harían bolsos y otros complementos que después venderían, consiguiendo de esta manera su independencia económica.

Durante esta fraternal comida, esta luchadora y admirable mujer, reconoció que fue sometida a la ablación de clítoris cuando aún era una niña, sin embargo ella se opuso a que sus hijas fuesen mutiladas. En Burkina Faso son cada vez más las mujeres que se niegan a que sus hijas pasen por el sufrimiento y las terribles consecuencias de la MGF que ellas pasaron.

Mi admiración y reconocimiento a ésta gran mujer y todas las que trabajan con ella, no sólo por su labor sino por negarse a que sus hijas sean mutiladas y tengan una vida plena.